En segundo lugar, comentaros que estoy contentísimo porque me han dado el primer premio de narrativa en gallego en mi instituto, al cual presenté un texto que combinaba los relatos de La constante y El experimento, ambos traducidos al gallego. Como es algo largo, no puedo publicarlo aquí, pero intentaré colgarlo como un archivo en red para que podáis leerlo.
Por último, deseadme suerte con la selectividad, que ya queda poco y me he presentado a Literatura Universal sin haberla cursado en bachillerato. Eso sí, al menos estudiar a Shakespeare y a Mary Shelley me da bastante placer intelectual. Os recomiendo una mañana al sol en la alameda de Santiago de Compostela leyendo sobre la autora de Frankenstein, es bastante agradable.
La pintura que incluyo es La noche estrellada, de Van Gogh. Sin duda uno de mis cuadros favoritos. Disfrutad de la lectura ;)
Sin nada que hacer, que sentir, que pensar, que soñar, que
mirar, que querer, que reír.
Sin nada que decir, que escribir, que gritar, que cantar,
que dibujar.
Sin nada que bailar.
Nada.
La vida no siempre es el final de Los Otros o el sueño de Von Aschenbach.
La vida no siempre es el estribillo de Creep o un cuadro de Van Gogh.
La vida no siempre es la vida de Christopher Isherwood.
La vida no siempre es una noche estrellada.
La vida no siempre eres tú, ni soy yo, ni mucho menos
nosotros.
La vida es poesía en las manos de un ciego, es Max Estrella
y su cuerpo muerto de bohemia y frío en la
noche madrileña.
La vida es gritar y no producir ningún sonido. La vida es
querer y recibir un disparo. La vida es una hoguera de libros, un disco rayado
y una jauría de perros sumisos.
La vida es un reloj de bolsillo que te recuerda que queda
menos y menos y menos y menos.
La vida es la telonera de la muerte.
La muerte es un puñado de naranjas en la pantalla.
La muerte es espectáculo en una plaza de toros.
"La vida es una historia
contada por un necio, llena de ruido y furia,
que nada significa".
(William Shakespeare)
Sebastián Blanco Portals